Este liquido como todo material de aislamiento se degrada con el pasar del tiempo. Si además de ello se expone a condiciones extremas de operación, podría sufrir una degradación acelerada, perdiendo sus propiedades eléctricas.
La humedad es una de las causas principales, reduce notablemente las propiedades de los aceites. Es por ello que la preservación de estos toma una vital importancia.
Para poder medir la degradación de las propiedades eléctricas del aceite se tienen, entre otras pruebas, la de medición de la rígidez dieléctrica.
Esta prueba, también conocida como tensión de ruptura eléctrica del aceite, permite medir la capacidad que tiene este líquido aislante para soportar un esfuerzo eléctrico sin producir un arco.